A partir de la irrupción de los partidos políticos modernos en la Argentina de fines del siglo XIX, las fricciones intrapartidarias serán, principalmente, el producto de que algunos de aquellos contenidos programáticos que conforman la doctrina compartida sean asumidos de manera irreconciliable por colectivos enfrentados. El surgimiento de vertientes disidentes al interior del Partido Socialista Argentino en los años anteriores a la aparición del comunismo es un reflejo concreto de esta situación. El Partido Comunista Argentino no nace en el vacío, sino que su germen se inscribe dentro de una tradición política y sindical que, cuando no ha sido omitida, fue recuperada de manera fragmentaria. Esta ponencia propone un abordaje interpretativo de la inserción del PCA en el sistema político argentino. Con este propósito, se procurará captar el fenómeno de sedimentación orgánica del marxismo revolucionario y su ruptura con el socialismo parlamentario, atendiendo al proceso de desarrollo endógeno que hizo posible la conversión de una tendencia internacionalista minoritaria que reivindicaba la transformación abrupta de la realidad social, en aquella facción compuesta que condujo la fractura del socialismo en abril de 1917. Se intentará, asimismo, advertir en qué medida el PCA constituyó en sus inicios un partido de y para la clase obrera argentina. Para ello sostendremos que no es en el éxito de su plataforma electoral sino en la naturaleza de su programa político donde se deberá centrar la discusión a los fines de desentrañar la existencia o ausencia de compromiso clasista en una formación política de partido.