En esta ponencia se afirma que durante la década de 1990 los economistas cumplieron el papel de intelectuales orgánicos de la hegemonía neoliberal consolidada entonces y cuya crisis y clausura se expresó trágicamente en los acontecimientos de diciembre de 2001. Ellos pensaron un modelo de país basado en los principios que señalaba la ideología económica sostenida por el neoliberalismo, que proponía una visión del mundo que al mismo tiempo que desarraigaba la economía de la sociedad, subsumía lo social y lo político en el mercado –entendido a su vez como autorregulado–, por lo tanto, sus principios se hacían extensivos a aquellos dos ámbitos, produciendo a su vez activamente esta ruptura y esa incorporación. Puntualmente en la ponencia se considerará el papel de los economistas como policy makers en la historia del siglo XX en nuestro país y se analizan los thinks tanks económicos que sustentaron el sector hegemónico del campo de la economía, que ya en la década de 1980 proyectaban un modelo de país y producían un discurso que procuraba convertirse en la voz autorizada para decirle a los políticos como eran las cosas