El derecho a la salud es ampliamente reconocido por Conferencias y Tratados internacionales. Equidad, acceso universal y atención de buena calidad son algunos de los principios que establecen las conferencias y tratados y deben ser garantizados por los sistemas de salud. Son enunciados en programas, planes y declaraciones, tanto por los distintos niveles de gobierno, como por organismos internacionales, organizaciones de la Sociedad Civil, fundaciones y entidades académicas. El énfasis en la calidad de la atención radica en que la disponibilidad y el acceso no garantizan atención de buena calidad, concepto que no sólo refiere al trato interpersonal de los médicos, sino que incluye –entre otros aspectos– el trato del personal administrativo, cuestiones vinculadas a la privacidad en la consulta, a la información recibida, a los tiempos de espera y a las instalaciones. El objetivo del trabajo fue conocer y describir la evaluación de la calidad de atención en salud y derechos sexuales y reproductivos de las usuarias de los servicios de Salud Reproductiva y Adolescencia del Hospital Argerich y de los Centros de Salud y Acción Comunitaria del Área Programática (CeSAC Nº 9, CeSAC Nº 15, CeSAC Nº 41). El diseño fue descriptivo. Se trabajó con fuentes primarias. El instrumento de recolección fue un cuestionario estructurado, con preguntas cerradas y abiertas, aplicado a la salida de los servicios, entre los meses de setiembre y diciembre de 2009. El instrumento fue elaborado en una investigación previa, siguiendo una metodología de consenso.Los hallazgos sintentizan la evaluación de cada una de las dimensiones de la calidad de atención y la evaluación de las usuarias según nivel de gestión (hospital/Centro de Salud y Acción Comunitaria (CeSAC)), variables sociodemográficas (edad, nivel socioeconómico) y frecuencia de concurrencia a los servicios. El propósito es aportar un instrumento validado y una primera medición, con la intención de contribuir a la discusión sobre evaluación de políticas públicas, específicamente sobre salud y derechos sexuales y reproductivos. Estandarizar y sistematizar las mediciones permitirá que profesionales y tomadores de decisión puedan contar con información válida, continúa y confiable.