Hacia fines de los años sesenta, e intensificándose en las décadas siguientes, la ciudad de Rosario se fue convirtiendo en un importante centro de recepción de familias tobas-qom que migraron, principalmente, de distintas localidades de la provincia de Chaco. A partir de entonces se conformaron los llamados barrios tobas en la periferia urbana. Consideramos que, actualmente, la implementación de una serie de políticas asistenciales y, algunas pocas, de reconocimiento cultural extienden el discurso y las lógicas estatales al interior de dichos barrios e institucionalizan (y en algunos casos, canaliza) procesos de construcción política que se están gestando en los mismos. En el presente escrito analizamos los modos de acción colectiva y de construcción política de los grupos tobas residentes en la ciudad de Rosario en el marco de la existencia de un andamiaje jurídico en materia indígena. En este sentido, indagamos: por un lado, las estrategias desarrolladas por los mismos a fin de demandar al Estado por la efectivización de sus derechos y por otro, sobre aquellas otras iniciativas autogestionarias que, desbordando los espacios habilitados por el Estado, configuran prácticas y discursos políticos desde lugares otros. Particularmente, recuperamos la experiencia del Centro Comunitario Qadhuoqte del Barrio toba 'Los Pumitas', en el cual, aparece ese complejo entramado de prácticas. Allí, la acción colectiva no se reduce a la protesta, reclamo o negociación con el Estado sino que se ensayan formas alternativas del decir y del hacer y, en última instancia, de vivir las relaciones sociales, económicas y políticas (Tapia 2008).