Un rasgo distintivo de los temas de la agenda mundial desde los ´90 lo constituye la aparición de la problemática de las migraciones internacionales. El nuevo patrón migratorio hace cada vez más difícil distinguir entre los diversos grupos en movimiento, porque la lógica individual de la migración se combina con poderosos intereses económicos. Instalados en el norte y también en nuestra región, los migrantes son utilizados como mano de obra en sectores de servicios, industriales y agrícolas, donde juegan un papel fundamental para su competitividad, dado el grado de explotación a los que son sometidos. Por ello este trabajo analiza las transformaciones del escenario socio-laboral, económico y cultural surgido con la emergencia de los nuevos migrantes de los países limítrofes, que se instalaron en la Argentina – para el caso la migración boliviana rural-rural, radicada en el cinturón frutihortícola del sudeste de la Provincia de Buenos Aires - e intenta, en cuanto a las relaciones sociales, formas de expoliación, papel del estado y espacio de interlocución emergente de migrantes/sociedad de acogida, desenmascarar e interpelar las prácticas de discriminación a la alteridad. El eje analítico se nutre de diferentes corrientes epistemológicas que, además de develar la complejidad del escenario y la naturaleza de la acción, ayudan a reflexionar sobre valores subyacentes en torno a derechos humanos, aceptación/respeto a la diferencia, etc., no sólo respecto del migrante boliviano sino de todos los “sujetos inesperados” que demandan reconocimiento. La metodología utilizada es cualitativa, con datos de fuentes secundarias y entrevistas a informantes calificados.