La humanidad ha utilizado la naturaleza como medio de subsistencia y como parte de su esencia misma, se ha apropiado del territorio y de sus recursos, el alimento no ha sido la excepción pues su misma evolución y conocimientos le han conducido al hombre a experimentar y domesticar por siglos especies animales y vegetales; en día el uso irracional de los recursos ha mermado la biodiversidad regional y gran parte de la proteína utilizada, figura bajo alguna categoría de conservación y en peligro de extinción, la gastronomía se sitúa como una expresión que confiere identidad propia a los pueblos originales de México, dicha tradición milenaria de la Cocina Tradicional Mexicana ha merecido formar parte de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. La praxiología sugiere la revisión de trabajo de campo de 14 inventarios culinarios desarrollados en el periodo 2011 - 2018 en las localidades costeras de San Francisco, Sayulita, Punta Mita, Higuera Blanca, Corral de Risco, Cruz de Huanacaxtle, Bucerías y Las Jarretaderas, en el Municipio de Bahía de Banderas. La misiva del trabajo alude a identificar el estatus de la proteína de acuerdo a la NOM 059 SEMARNAT 2010 y de la UICN. Existe un particular gusto regional por la gastronomía exótica y en la mayoría de los casos asociada a usos y costumbres ancestrales, cosmovisión e historia del territorio, la pérdida del patrimonio bio-cultural no solo sugiere la ausencia permanente de la cultura gastronómica también repercute en la biodiversidad y sus ecosistemas.