Esta ponencia, muestra que en las masacres la impronta de la cultura patriarcal se impuso en la vida y el cuerpo de las mujeres por parte de los distintos actores del conflicto armado. Se establece como problemática que los actores del conflicto utilizaban las masacres para garantizar su dominio y su seguridad en el territorio. Fueron afectados hombres y mujeres, y en particular, la población rural, a quienes se les trasformó el tejido social y los estilos de vida de su cotidianidad. Sin embargo, violentó la vida de las mujeres: cuerpo, sexualidad, espacio familiar, prole y saberes ancestrales. La metodología de investigación es tipo cualitativo, se busca identificar la situación del impacto a la población directamente afectada. Así mismo, se utilizan las teorías de género y violencias de Pierre Bourdieu, Marcela Lagarde y Wolfgang Sofsky, entre otros. Los resultados señalan que las masacres generaron pérdidas humanas y materiales irreparables e incuantificables, Igualmente, produjo el desplazamiento forzado y reafirmó la división binaria entre hombres y mujeres. La discusión gira entorno a revisar, si bien las estadísticas señalan que las mayores víctimas mortales fueron hombres, no obstante, las mujeres recibieron afectación por la violencia de género, siendo convertidas en botín de guerra para usar y abusar. Se concluye que la violencia de género se plasma en las masacres, ellas estuvieron sometidas a la violencia sexual y como objetivo militar, para aniquilarles su integridad e intimidad. Además, cuestionar el poder masculino y controlar el territorio en lo socioeconómico y político.