En el desarrollo de un modelo capitalista en Colombia y la estructuración de un deporte moderno se ha presentado como imperativo la necesidad de reconocer apuestas emergentes y alternativas, que se han venido desarrollando con planteamientos que beben de la apuesta teórica y práctica de la Educación popular y contra- hegemonica. Entendiendo esta como una filosofía de la praxis que permite articular las problemáticas contextuales de los territorios a la reflexión sistemática en prácticas deportivas sociales y comunitarias, que le apuesta a la transformación de sus realidades. Estas se viene agenciando en territorios con marcas y surcos del legado de la violencia sociopolítica que muchos llaman “marginales o de periferia”. Es así que reconocemos en estas prácticas un potencial en aspectos tales como: la formación política, la organización de las comunidades, la capacidad de resolución de conflictos, el diálogo de saberes intergeneracional, esto es, el reconocimiento del Otro, de su historia.