La sociedad red en la que actualmente estamos inmersos implica la centralidad de tecnologías de la comunicación y de la información que se sustentan en redes continuamente configuradas y reconfiguradas (Castells, 2009). En este contexto, las nuevas tecnologías plantean la posibilidad de crear nuevos canales para contrarrestar el discurso hegemónico basado en el monopolio del conocimiento, generando estrategias y discursos propios al interior del campo (Bourdieu, 1983). Los movimientos sociales actuales se establecen, en este sentido, como redes arraigadas en el contexto urbano que se continúan en el espacio libre de Internet (Rubiano, 2014), y dentro de los cuales el activismo gráfico cobra vital importancia, dado que procura generar un impacto y concientizar al público en base a recursos visuales, en cuya generación se encuentran implicados tanto diseñadores expertos como no expertos (Manzini, 2015). A la luz de estas circunstancias, el objetivo de la presente investigación será analizar las particularidades de la gráfica surgida al interior de los movimientos sociales autoconvocados argentinos de los últimos años, para lo cual se estudiarán en profundidad los casos del Ni una menos, UBA de Pie y los movimientos a favor de la legalización del aborto