El objetivo de este trabajo consiste, teniendo en cuenta el trabajo de campo etnográfico que llevé a cabo en el Buenos Aires Fashion Week y otros eventos de moda bianuales realizados en CABA, en reconstruir cómo se desarrolla el proceso de producción del desfile, el cual constituye un espacio de exhibición de las colecciones de temporada de las marcas que producen indumentaria. En la planificación del desfile están implicados varios actores como los estilistas y productores de moda (en ocasiones, son las mismas personas), maquilladores, peinadores, coreógrafos y modelos. Asimismo, musicalizadores e iluminadores. Atendiendo a la perspectiva de Howard Becker acerca de los “mundos del arte”, propongo pensar el desfile como una actividad cooperativa dentro del mundo de la moda. Como una práctica que implica al “diseño”, la organización del desfile trasciende la mera exposición de prendas de vestir. Constituye un escenario en el cual se congregan y sociabilizan entre sí no sólo los actores mencionados sino las celebridades, periodistas y editores de moda. No sólo se exhibe vestimenta sino también las modelos que las lucen y determinados espectadores. Sumado a la pasarela, la exhibición y sociabilidad se materializa en el entorno donde se preparan a las modelos, el backstage.