La violencia institucional y política se expresa en las políticas públicas llevadas adelante por el actual gobierno que mientras sostiene algunos programas sociales en el límite de la indigencia, aumentó un 476 % el presupuesto del Ministerio de Seguridad en 2016 en comparación con los fondos asignados a esa cartera entre 2011 y 2015. La “bullrichbolsonarización” es una política del Departamento de Estado de EEUU, fuente de negocios adicionales y creación de sentido a partir de los grandes medios, configurando un enemigo sin derechos. Antes gatillo fácil. Hoy política de Estado. Sin errores, no sólo de Gobierno, en tanto gran parte de la oposición mira para otro lado. La implementación y generalización de los juicios por jurados aspiran a legalizar el “manodurismo” imperante. El incremento de la población carcelaria. Prisiones superpobladas, torturas, vejámenes, es un dispositivo más, del aparato de dominación. El sujeto social a incriminar es siempre el mismo, Ha sido desposeído de todo. Hasta de su identidad. Delincuente, moto chorro, drogadicto, mula, punga. O lo que fuera. Ser alguien, en éste régimen social, implica tener valor de cambio. El pobre, si sobrevive a las balas, sólo puede tenerlo si es apresado y encerrado por el sistema penal y carcelario.