Este ensayo académico se enmarca en una línea de investigación crítica sobre el aplicacionismo de las neurociencias en nuestro campo de la salud mental (SM), así como también sobre las consecuencias de la creciente hegemonía de la subjetivación cerebral en dicho campo de prácticas. Específicamente, se discutirán aquí los pormenores de condicionar la abogacía de derechos y los modos de construcción de ciudadanía desde lo propio del “cerebralismo”, tomando al menos dos líneas de sentido. Primero, se parte de los efectos de la ciudadanía biológica (Rose, 2012) como modo de subjetivación, analizando dicha categoría desde otras conceptualizaciones y a la luz de las particularidades locales e históricas de nuestro campo. Segundo, se resitúa lo precedente desde la categoría de sujeto de derecho -presente tanto en los marcos normativos vigentes como en las reivindicaciones de distintos grupos de usuarios ligados a SM y discapacidad- con la intención de ponderar la categoría de diversidad como ordenadora de las prácticas clínicas en nuestro campo. Finalmente, se intentarán ceñir los pormenores de reducir la diversidad a una mera “neurodiversidad”, introduciendo en la discusión y a modo de ejemplos lo propio de las epistemologías queer/crip, y la categoría de derecho al delirio.