El triunfo de la Revolución cubana el 1 de enero de 1959 es considerado por muchos como uno de los hechos históricos más importantes del siglo XX latinoamericano. Enmarcada en el pleno auge de la Guerra Fría, no han sido pocos los estudios que, desde diferentes perspectivas, han analizado el impacto ideológico y el rol que cumplió el gobierno de La Habana como promotor y artífice de muchos de los movimientos revolucionarios de “izquierda” –triunfantes o no-, que se llevaron a cabo en la región desde 1960 hasta la actualidad. Sin embargo, son pocas las investigaciones que han centrado la atención en los intereses políticos y los vínculos diplomáticos que estableció el gobierno cubano con sus pares latinoamericanos, puntualmente, con las dictaduras militares que afloraron en la región durante los años 1970 y 1980. Precisamente, esta ponencia tiene como objetivo explorar cómo se ha abordado la postura y las acciones que llevó a cabo la Revolución cubana frente al gobierno de facto argentino entre 1976 y 1983, intentando escrudiñar, a su vez, cuáles han sido los principales aportes así como sus limitaciones. La ponencia que se presenta constituirá, modestamente, una aproximación al tema en cuestión, invitando así a debatir y complementar los argumentos que se puedan presentar en función de enriquecer los estudios latinoamericanos en y desde el Cono Sur.