Esta ponencia aborda la problemática social del cuidado con algunas reflexiones en torno al trabajo en el cuidado institucionalizado de la vejez. Las labores de cuidado conjugan el llamado “trabajo emocional” con el corporal, poniendo en juego subjetividades de las personas cuidada y cuidadora con efectos intersubjetivos. Buena parte de esas tareas -institucionalizadas o no- recae en mujeres, mayormente con baja calificación laboral. En el cuidado de adultos mayores, el trabajo físico y subjetivo exige una gestión de saberes y sentimientos propios en relación con las tareas, las personas dependientes y las obligaciones laborales. A partir de la experiencia de capacitación realizada en un establecimiento de larga estadía para adultos mayores dirigida a su personal de atención directa, se describen las expectativas iniciales en contraste con los logros obtenidos. Se analizaron las características y representaciones de las trabajadoras y su respuesta a las dinámicas de la capacitación brindada. Esto permitió interpretar los resultados, hallando que más allá del efecto esperado -la adquisición de conocimientos teóricos e instrumentales- se activaron otras dimensiones de interés de las involucradas, relativas a su autopercepción y otras nociones, que darían cuenta de la importancia de la existencia de mecanismos de soporte para las cuidadoras.