Sin lugar a dudas, el siglo XXI hereda, como escenario sociocultural, económico y político, cambios epocales del siglo anterior, en la forma de apropiación, disputa territorial, concepción y consolidación de proyectos políticos articulados por los movimientos sociales en ámbito internacional, es decir, en los cinco continentes del planeta. Se trata de experiencias que están involucradas en y son enriquecidas por procesos regionales, continentales y globales que priman por profundizar, del punto de vista teórico-epistémico y político, las problemáticas en curso en escala planetaria, las cuales afectan, directamente, las dinámicas socioculturales y ambientales, sobre todo en los territorios indígenas y campesinos. Uno de los senderos que se abre en ese proceso lo constituye la consolidación de proyectos educativo-políticos, comprendidos como proyectos históricos de conocimiento, una vez que objetivan no sólo fortalecer la formación educativa y de cuadros del sujeto histórico-político, sino también erigir otras concepciones de educación, de praxis pedagógica y de participación política, a partir del vínculo idiosincrático con la matriz epistémica e identitaria con sus territorios y el Abya Yala. En ese contexto, hemos observado un paulatino proceso de elaboración conceptual que nutre la construcción del conocimiento desde/con/para los movimientos sociales, fundamental en la de otras racionalidades y en la reafirmación de la naturaleza de sus proyectos políticos. En América Latina son emblemáticas de ello las experiencias educativo-políticas del Movimiento Sin Tierra en Brasil, del Movimiento Zapatista, en México, además de aquellas de las organizaciones miembro de la Coodinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC), las cuales articulan espacios de elaboración teórica, en perspectiva crítica y atravesada por el intercambio de experiencias y del Diálogo de Saberes como matriz de construcción colectiva del conocimiento, en estrecho vínculo con una base epistémica campesina e indígena. En ese sentido, la presente ponencia tiene por objetivo profundizar esa reflexión, por medio del análisis de la relación existente entre conocimiento y la praxis política de los movimientos sociales en la conformación de un paradigma epistémico, el cual nombro como Paradigma Epistémico del Campo. Para ello, abordaré algunas experiencias de construcción de conocimiento en América Latina, las cuales expresan la emergencia de una teoría en la perspectiva de los movimientos sociales, y que se vuelve núcleo vital del pensamiento social y político agrario en América Latina. De esa teoría derivan conceptos y racionalidades que nutren el Paradigma Epistémico del Campo, paradigma que fundamenta la formación educativa y política de los movimientos sociales, de sus estrategias y de los ejes que estructuran sus proyectos histórico-políticos para el campo latinoamericano. Palabras-clave: Paradigma Epistêmico del Campo, Movimientos Sociales, Conocimiento, América Latina