Gonzalo Vial Correa (fallecido en 2009) fue quizá el historiador e intelectual de derecha más importante de estas últimas décadas en el ámbito nacional, no sólo por su profusa obra historiográfica, sino por los recurrentes intersticios públicos en que se desenvolvió. Nuestro propósito es dar cuenta de las “condiciones” y el contexto histórico en que se desplegó la figura de Vial cuando representó la historia de Chile. En ese sentido queremos contribuir a una historia del primer volumen de Historia de Chile (publicada en 1981, en momentos en que la dictadura comenzaba a institucionalizar el nuevo régimen con la puesta en escena de la nueva Constitución de la República), articular el terreno donde ésta fue pensada y elaborada; abordar el “lugar social”, en palabras de Michel de Certeau, donde el discurso se compone. Así, introducirse en el contexto histórico en que estuvo inserto Vial nos posibilita vislumbrar cuestiones que son fundamentales para comprender y explicar en un sentido más profundo el motivo de su proyecto historiográfico de redactar una historia contemporánea de Chile, cuyo objetivo era explicar “por qué fracasó el régimen democrático en Chile”, como sostuvo, Vial, en el prólogo. Nuestra lectura de esas condiciones históricas nos permite sostener que Historia de Chile es el discurso historiográfico legitimante (indirectamente) tanto del golpe de Estado de 1973 como de la dictadura del General Pinochet, pues constituye el resultado de una lucha que se remonta a mediados de la década del sesenta por imponer una “economía política” de un determinado sector de la sociedad. En efecto, Vial, frente la amenaza de la izquierda en la década de 1960 dejó de lado la erudición historiográfica -cuya intención era componer una “historia del reino de Chile”, no contemporánea- por la fundación de dos órganos propagandísticos –revista Portada (1969) y Qué Pasa (1971)- que asumieron como objetivos advertir a la ciudadanía de los efectos negativos de una posible ascensión de la izquierda al poder, y cuando no, atrincherarse para resistirla (la Unidad Popular triunfa en 1970) y, simultáneamente a ello, organizar un proyecto alternativo. El triunfo de la derecha no tradicional, a la que perteneció Vial en esos momentos, luego del golpe de Estado de 1973, impuso el modelo económico neoliberal y la “democracia autoritaria” y “protegida” que Pinochet anunció en su discurso en la cuesta de Chacarillas (1977) e Historia de Chile debía legitimarlos.