El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) constituyen dos de los ejemplos más estudiados de lo que se ha llamado Nuevos Movimientos Sociales de América Latina. Con un componente campesino muy fuerte y con la reivindicación por la tierra en el centro de sus reclamos, ambas organizaciones tienen muchos elementos en común. Por un lado, tanto el MST como el EZLN se caracterizan por sus prácticas prefigurativas, por tratar de construir hoy, a través de la propia práctica política, la sociedad por la que luchan. Esto implica que, pese a que la lucha de la tierra puede ubicarse en el centro de su práctica política, esto no excluye otro tipo de construcciones. Las dos organizaciones cuentan dentro de sus territorios con escuelas, centros de salud y otros espacios que han sido incorporados a sus propias lógicas políticas y prácticas militantes. Sin embargo, también el MST y el EZLN tienen diferencias en lo que respecta a sus concepciones políticas más de fondo. Mientras que el EZLN ha virado con el tiempo a posturas que pueden ser consideradas autonomistas, a partir de las que han reducido al mínimo su interacción con el Estado, el MST es más abierto al diálogo con las estructuras estatales, y hasta ha llegado a presentar candidatos dentro de las listas del Partido de los Trabajadores de Brasil. Entendiendo que la construcción pedagógica es parte integral de la práctica política de estas organizaciones, el objetivo del trabajo será analizar sus experiencias educativas. Partiendo de sus proyectos políticos, buscaremos cuál es la forma de organización interna de sus escuelas, qué lugar ocupan dentro de las organizaciones, cuál es el objetivo de tener escuelas propias y cuáles son las visiones dentro de las organizaciones al respecto. Más allá de los elementos en común y de las diferencias que encontremos, creemos que el trabajo servirá para poder seguir pensando las experiencias educativas de todas las organizaciones sociales latinoamericanas, las cuales siguen creciendo y diversificándose cada día más, y para las cuales tanto el MST como el EZLN han constituido siempre modelos a ser tenidos en cuenta a la hora de encarar la construcción política.