De todas las naciones de la América Latina continental, Brasil es el país que ganó la mayor cantidad de territorio a sus vecinos a través de la diplomacia y la acción bélica. Al observar el crecimiento territorial de este país y sus acciones más allá de sus fronteras, que en ocasiones tomaron la forma de guerras -como la Argentino-Brasileña (1825-1828), la de la Triple Alianza (1864-1870) y la del Acre (1899-1903)-, algunos autores han advertido la existencia de una suerte de destino manifiesto que guió esa expansión de alguna manera (Schilling). No obstante, otros autores como Castro Martínez, afirman que el expansionismo más temprano no estuvo acompañado de alguna ideología elaborada que sirviera de guía para la acción consciente, pues los colonos portugueses -y después los brasileños- sólo se preocuparon por ganar la mayor cantidad de territorio a sus vecinos con fines de explotación económica. Considerando estos argumentos, ¿cómo explicamos el fenómeno de la anexión de territorios?, ¿qué particularidades presentó?, ¿tuvo un propósito puramente económico para colocar los excedentes la producción? o ¿también se acompaña de un discurso ideológico basado en elementos culturales? y, si es así ¿es posible hablar de la presencia de una idea similar al destino manifiesto en el imaginario del Brasil decimonónico que guió la expansión de las fronteras? El objeto de estudio que tenemos frente a nosotros es el expansionismo, una doctrina que pugna por la expansión de la base territorial e influencia económica por parte de un Estado, que puede o no acompañarse por una agresión militar. Este fenómeno se ha manifestado en diversos lugares y en distintas épocas y, en ocasiones, se ha cobijado con un discurso ideológico y cultural como los Estados Unidos con la doctrina del Destino manifiesto y la Alemania nazi con el Lebensraum. Es decir, no se trata de un fenómeno único y exclusivo de Brasil, de hecho, es una intuición nuestra que en América el expansionismo se ha expresado en otros países como Chile, Argentina, México y hasta Haití. Lo que se propone este trabajo es mostrar que la expansión de las fronteras fue una característica inherente a la formación de los Estados-nacionales en el siglo XIX y, por ello, Brasil no fue un caso excepcional de expansionismo; no obstante, las élites de este país justificaron la anexión de territorios a partir de un discurso basado en la doctrina de las fronteras naturales, el derecho de uti-possidetis y una misión civilizatoria. Es decir, queremos saber bajo qué parámetros se manifestó, en el Brasil imperial, el discurso del expansionismo y qué elementos, consciente o inconscientemente, conformaron, guiaron, justificaron o explicaron la expansión de las fronteras.