El proceso emancipatorio en nuestrAmérica encierra una serie de problemáticas posibles de ser abordadas desde múltiples aristas y enfoques que, en la medida que se abren marcan probabilidades de ser analizadas para cerrar interrogantes que vuelven a principiar en más preguntas. No obstante lo señalado, es menester en los estudios de nuestrAmérica problematizar algunas cuestiones que hacen visibles aspectos insoslayables a la hora de reflexionar sobre la temática propuesta. En principio aclarar en que concepción de la Historia y de la dinámica histórica nos instalamos a la hora de cruzar el tiempo y el espacio de América Latina, para identificar esos puntos de constelación que exhiben los momentos de ruptura y turbulencia revolucionaria enmarcada en la resistencia. En este sentido también rescatar instrumentos que den cuenta del movimiento y la totalidad sin esconder la heterogenidad, pero avanzando hacia estudios más integrales. Esos alcances tope de resistencia cristalizados en actos o itinerarios revolucionarios, encierran construcciones diferentes que se enmarcan en su propio contexto de presente pero a la vez arrastran acumulaciones que cuando encuentran las condiciones objetivas convergen en un punto de emergencia o eclosión. Ricos son los enfoques de las diversas disciplinas, que al sumergirse en la realidad continental, rescatando su dialéctica intrínseca, exhiben, des-cubren, compulsan y denuncian su indiscutible complejidad. En este devenir se presentizan hasta la actualidad las deudas pendientes de una auténtica emancipación que merece ser no sólo resignificada sino recuperada también en sus dimensiones concretas. El proceso emancipador americano, se cristaliza en un período inconcluso hasta la actualidad. Teniendo en cuenta las cualidades que encierra no sólo semánticamente el concepto, sino la emancipación como realidad, que se inicia a través de diversas fases que involucran un complejo itinerario que puede ser apreciado desde diversas miradas para un análisis y comprensión más completa. El uso del tiempo y el espacio en unidad, sumado a la acción comprometida de los actores que se involucran en el proceso emancipatorio, resultan de vital importancia para posicionarnos en un estudio continental de totalidad que merece ser rescatado desde las polémicas aristas que lo componen y que arrastra un recorrido histórico-epistemológico amplio.