El itinerario emancipa torio nuestroamericano contempla plurales trayectos que contienen a las figuras que direccionan la acción revolucionaria. Dichas figuras, trazan verdaderas líneas históricas que se resignifican en momentos de quiebre, de ruptura que obligan a rever pretéritos de similares condiciones objetivas. Se intenta encuadrar la presente comunicación en un tiempo de acción independentista anacrónico al ciclo de las independencias de matriz hispana y que se inserta en un espacio también diferente y particular. Pretendemos incursionar en una reflexión funcional a la profundización de los estudios emancipatorios de Latino América, con el objeto de contribuir en la construcción de una epistemología que retome sustratos históricos propios, focalizados en el empoderamiento de las líneas de pensamiento que se desarrollan en torno a liberación continental. De esta amanera, nos centraremos en la figura de José J. Martí para desentrañar algunas estrategias y aportes que este actor revolucionario imprime tanto en el desarrollo interno de la libertad de Cuba, como en la comprensión de fenómeno de la emancipación completa del continente. Este último concepto, abre un trecho amplio para introducirnos en las consecuencias de las primeras guerras de independencia y en la misma guerra hispano-cubana, a fin de conectarnos con las asignaturas pendientes que este proceso asentó en tanto formas de determinación de las revoluciones. El abanico se abre entonces hacia la construcción de poder y su impacto en las diversas áreas territoriales a partir de la instalación de una nueva fase de occidentalización En este sentido resulta dable considerar, como señalan diversos autores, entre ellos, Don Arturo Roig, la necesidad de repensar una segunda independencia. Así la figura de José Martí, también se presenta como un punto central a la hora de posicionarnos en un pensamiento crítico y sui generis americano, basado en reconocibles y enérgicos tópicos, anclados en un fuerte antiimperialismo. Esta postura exalta no solo la peligrosidad del Norte, sino también y por contradicción la originalidad y autenticidad de nuestrAmérica, concebida como un espacio geográfico específico y como un verdadero proyecto de integración y camino común entre naciones solidarias ya atravesadas pro la misma dominación.