La producción fotográfica contemporánea muestra circuitos de producción y consumo que ponen en evidencia la activa participación ciudadana en el espacio público. Expone así,novedosos caminos para el ejercicio ciudadano que promueven cierta fascinación entre los agentes. Estos se sienten protagonistas de diversas manifestaciones , en escenarios políticos claves, donde consideran que su incursión es transparente. Proponemos analizar algunas imágenes referidas a dos procesos políticos contemporáneos con una distancia entre sí de medio siglo. El primero, desde las imágenes de un medio gráfico: la revista Panorama, en 1966, referida a la marcha opositora a Arturo Illia, un mes antes de su derrocamiento en junio de aquel año. El segundo de este año, desde la circulación en la web de distintas fotografías de paraguas con inscripciones de empresas extranjeras, en la marcha del 18F.(portal: publicación señoras Anti-K) Entre ambos procesos los circuitos de producción, circulación y consumo han logrado profundas transformaciones con un grado de sofisticación, impensado para los años sesenta, cuando Bourdieu escribió Un arte Medio. Apelamos a un cruce teórico ligado a las formas de representación que expresan relaciones de poder y no relaciones de sentido, donde se produce consecuentemente una performatividad fotográfica (Derrida) que discurre invisible, entre las formas de producción y reconocimiento y complejiza la función laxa de registro,