En los últimos años, presenciamos una fuerte emergencia de discursos y producciones científico teóricas en el “área interdisciplinaria” de las neurociencias. En parte como un desplazamiento teórico proveniente en cierta medida de los desarrollos de la genética, la emergencia de este nuevo objeto reactualizó el abordaje de la materialidad biológica como fundamento de constitución de un aparato teorico-metodológico de intervención sobre el sujeto-individuo. Si bien en continuidad con el recorrido de la genética y la medicina, esta nueva ciencia-técnica se sostiene sobre dos principios fundamentales, el reduccionismo y el determinismo, encontramos hoy diversos sectores dentro de este espacio de saber, que intentan realizar un corrimiento del trabajo y producción de las neurociencias sobre estos principios. Mediante el análisis del trabajo “Cerebro y libertad” de Joaquín Fuster, pretendemos realizar un análisis de este intento teórico de fundar nuevos pilares para el desarrollo neurocientífico, intentando dar cuenta de si existe en este corrimiento una relación de inter-dependencia entre la emergencia histórica del neoliberalismo, del discurso posmoderno, y de esta nueva forma de producción de subjetividad, bajo la cual se produce una ampliación de los limites técnicos de intervención sobre lo real al mismo tiempo que se niega discursivamente la centralidad del cuerpo.