La imputación de responsabilidad penal por los crímenes cometidos durante la última dictadura sufrió una ampliación. Desde 2005, en términos cuantitativos, el número de imputados se ha incrementado notablemente, ya que se procesa judicialmente a los rangos inferiores de las Fuerzas Armadas y de seguridad que constituyen, al igual que en los procesos que tuvieron lugar durante la presidencia de Alfonsín, el principal actor penalizado. En términos cualitativos, el sujeto de la imputación se ha expandido incluyendo a civiles, entre los cuales encontramos eclesiásticos, jueces y empresarios, ausentes en los juicios de los años ochenta. Es interesante preguntarse entonces qué elementos presentes durante el momento de la reapertura de los juicios habilitaron la ampliación de la imputación de responsabilidad penal por los actualmente denominados crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura. Para resolver este interrogante se explorarán tres acontecimientos discursivos cruciales en la reapertura de los juicios: los fallos pronunciados por la Corte Suprema de Justicia de la Nación “Simón” y “Arancibia clavel”, y el discurso enunciado por el entonces presidente Néstor Kirchner en la inauguración del museo de la memoria en la ex ESMA. De este modo, se contemplarán las dimensiones jurídica y extrajurídica.