Las celebraciones por los treinta años de la recuperación democrática en Argentina incluyeron dos ciclos de homenaje a Teatro Abierto 1981 (TA) en la TV Pública y en el propio Teatro del Picadero. Aquel acto de resistencia de 1981, frecuentemente evocado en clave heroica como “ícono de la resistencia cultural a la última dictadura militar”, devino en 2013 un “deber de la memoria” a ser recreado en un espacio memorial donde confluyeron emprendedores culturales, agencias estatales (el canal público de TV y la entonces Secretaría de Cultura de la Nación), artistas y público general. Esta ponencia explora las condiciones de producción del ciclo Nuestro Teatro, e indaga en el contexto y los modos de memorialización de TA. Se basa en entrevistas en profundidad a sus participantes y en análsis de contenido de algunas obras escritas especialmente para el ciclo. La ponencia sugiere que, contrariamente al relato emblemático y literal de TA en la TV Pública, que resultó poco permeable a una memoria ejemplar en el sentido de Todorov, el ciclo Nuestro Teatro ofreció un espacio memorial más abierto y poroso, capaz de potenciar aquella experiencia de resistencia y actualizar representaciones de la violencia política más allá del terrorismo de estado.