Las relaciones virtuales son, cada vez más, inherentes a las sociedades de la modernidad líquida y la era de la imagen. La presente ponencia tiene como objetivo indagar sobre cómo las instituciones que atesoran imágenes patrimonios históricos de la humanidad -los museos de arte- se ven transformadas por estos nuevos contextos. Centrando mi interés en aquellos museos que proponen un museo virtual. La reproducción y difusión de las obras de arte se ha vuelto algo cotidiano. Este fenómeno que en apariencia nos acerca a las pinturas, pueden también falsearlas. Se desvanece su unicidad y su significación se multiplica y fragmenta en numerosas significaciones, tantas como espectadores las estén viendo desde sus propios y múltiples contextos; cada uno con su propio modo de ver y saber. Entonces toda obra reproducida conlleva la mirada de un otro, y a su vez, una nueva reproducción conlleva la mirada de otro, de tal forma que coexisten en tiempo y espacio múltiples significaciones. ¿Qué sucede con los originales? ¿Qué ocurre con el encuentro de alguien con una obra de arte, en ese momento mágico?