En la presente intervención me propongo problematizar acerca de aquello que se puede memorar y representar en torno a la experiencia de la desaparición forzada de personas. Al mismo tiempo aproximarnos a los límites que presenta este real traumático en los modos de simbolización de la experiencia. En este sentido, tiene por propósito generar un espacio de reflexión sobre lo impensable, lo aún no pensado, los vacíos de significación, los silencios, y los gestos no capturados por la representación, ni por el lenguaje. Es decir, una propuesta que intenta pensar la desaparición desde un abordaje que no sólo comprenda las especificidades de esta particular tecnología de aniquilación, sino que también busca realizar un ejercicio de reflexión sobre la subjetividad; el trauma y sus resonancias sociales; y los modos que asumen los procesos de simbolización de esta experiencia. En este cometido, nos detendremos particularmente sobre algunos rasgos singulares de determinados tipos de formaciones que se inscriben en el ámbito de las figuraciones y que cobran existencia en el umbral que se delimita entre el imaginario social y el mundo simbólico.