Durante la década de 1990, el movimiento indígena es verificable a nivel latinoamericano. En la provincia del Neuquén, el pueblo mapuche empieza a ser un actor político de relevancia propia, que no solo logra instalar en la agenda pública sus reivindicaciones, sino que se decanta por formas de acción materiales novedosas. El objetivo de este trabajo es explicar heterogeneidad estratégica, dentro de algunas de sus acciones colectivas de la historia reciente, que ha llevado a la aparición de fracturas en el campo político mapuche —problema poco abordado utilizando una perspectiva interdisciplinar elaborada desde el campo de la historiografía, como la que proponemos. Nuestro enfoque teórico tiene una apoyatura principal en la Teoría del Proceso Político, aunque sugerimos formas de vincular la estructura con el agente, a través de nociones que permitan indagar acerca de la conformación de las subjetividades en el contexto de las relaciones de dominación propias del sistema político y económico provincial y nacional. Buscamos, al mismo tiempo, exponer los vínculos entre el campo político mapuche y aquel (mayor) que lo contiene. La metodología de trabajo ha incluido fuentes provenientes de la prensa escrita, documentos elaborados por las propias comunidades mapuche y entrevistas orales.