Hoy en día, luego de varios años de hegemonía postneoliberal, los gobiernos progresistas de la región parecen enfrentarse a ciertos desafíos como resultado de dos fenómenos: por un lado, la crisis del capitalismo global y del consenso de los commodities; por otro, la emergencia de nuevas reivindicaciones asociadas a las clases medias. En este contexto, el ascenso de nuevos sectores políticos identificados con el espectro político de derecha ha complejizado el escenario en países como Ecuador y Bolivia. Las elecciones locales en ambos países (en 2014 y 2015, respectivamente) abrieron algunos interrogantes en torno a la actual capacidad hegemónica de los gobiernos de Rafael Correa y Evo Morales para continuar profundizando los procesos de cambio político. En este sentido, este trabajo tiene como objetivo identificar algunas de las limitaciones que afrontan alrededor de tres ejes: la ampliación y articulación de las bases socio-políticas a los proyectos políticos, el peso de los liderazgos presidenciales y la confluencia postneoliberal con las nuevas derechas.