Las distinciones y matices que se hacían respecto a la naturaleza de cada uno de los proyectos posneoliberales latinoamericanos parecen haber quedado como parte del pasado reciente. La virulencia de la contraofensiva neorestauradora ya no distingue entre Caracas, Brasilia o Buenos Aires a la hora de fustigar a los gobiernos con medidas desestabilizadoras y operaciones golpistas. Articulados por los medios monopólicos, los partidos opositores y las elites económicas, buscan condicionar los márgenes de gobernabilidad intentando corroer la legitimidad que los procesos han construido a partir de las transformaciones impulsadas. Esta ofensiva, como no podía ser de otra manera, se estructura en función de las dificultades, flaquezas o contradicciones presentes en cada uno de los procesos. En función de estos elementos, en el presente trabajo nos proponemos presentar una caracterización de los escenarios políticos actuales en Venezuela, Brasil y Argentina, buscando identificar los ejes en función de los cuales se organiza la ofensiva neoconservador en cada país y el modo en que los gobiernos populares buscan profundizar los procesos democratizadores.