Según Lazzarato (2003:1) “lenguaje, signos e imágenes no representan nada, sino que contribuyen a hacer advenir algo. Imágenes, lenguajes y signos son constitutivos de la realidad y no su representación”. Esto nos permite distanciarnos de la concepción de la producción visual como voluntad re-presentativa, especular de lo real, para pensarla como posible estrategia de intervención mediante la inserción en el flujo de imágenes y contra-imágenes de la cultura visual contemporánea. En lugar de la imagen como concepto abstracto, las imágenes deben analizarse desde un enfoque medial (Belting, 2007), como producción de/en determinado “dispositivo de visibilidad que regula el estatuto de los cuerpos representados y el tipo de atención que merecen” (Rancière, 2010: 99). El dispositivo excede los límites de lo técnico para pensarse como conjunto multilineal, relacionado a regímenes históricos de enunciación y visibilidad (Deleuze, 1989). En otras palabras, analizar la imagen en el marco de un cuerpo medial históricamente situado. Trabajaremos sobre producciones artísticas que operan críticamente en la web, a través de creación y proliferación de imágenes, desarrollo de aplicaciones o páginas web que configuran producciones disidentes de sentidos hegemónicos.