En la Argentina del siglo XIX, distintas regulaciones estatales apuntaban a unificar la hora del territorio nacional mediante señales telegráficas. Distintos decretos y leyes apelaban a la necesidad de ensamblar actividades distantes. El director del Observatorio de Córdoba y el de La Plata participarían en las redes sociales que debatían el asunto. El primero sería además el encargado de fijar esa hora. Este trabajo analiza cómo el conocimiento y las tecnologías del trabajo astronómico repercutían en las imágenes de los estadistas de las época y, viceversa, cómo las amplias transformaciones sociales de la época impactaban en los objetivos que se ponían los directores de los observatorios en el desarrollo de sus actividades. Sobre el final se reflexionará en torno a la relación entre los discursos de medida y unificación del tiempo en diversos ámbitos, por un lado, con la implementación de las regulaciones que proponían la unidad horaria, por el otro.