Este trabajo se enfoca en la industria del cine porno en torno a dos cuestiones fundamentales: las revoluciones tecnológicas por un lado, y los cambios en el modelo de sexualidad instaurados en la época victoriano-industrial, por el otro. La Argentina fue potencia pionera en la producción de pornografía entre 1910 y 1920; pero luego de esa década no se encuentran registros del género, con excepción de algunos casos aislados, hasta llegar a la producción de cine porno en la primera mitad de la década del ´90, que se orientó no sólo hacia el mercado nacional sino también al plano internacional. La explosión masiva del porno en internet sacudió las bases del negocio de la distribución de pornografía por un lado; y por el otro la aparición de nuevos actores en el campo: los amateurs. Sobre estos últimos, sus producciones y formas de circulación está puesto el foco del artículo.