Frente al déficit de vacantes en el sistema educativo del nivel inicial, especialmente para niños de entre 0 y 4 años, los diferentes Gobiernos de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) han ensayado algunas respuestas a través de diversas políticas sociales. Este trabajo propone recuperar y analizar el caso de los Centros de Primera Infancia (CPI), como una de las respuestas que se ensayaron desde el Estado porteño. Los CPI se crean a través de convenios entre las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) y el Ministerio de Desarrollo Social, lo que permite suponer que el Estado, desde una perspectiva que podríamos asociar al welfare mix, asume que las expresiones organizativas de la sociedad civil tienen potencial para resolver problemas concretos de manera efectiva. Se pretende problematizar e indagar esta política desde las categorías de desestatalización, desmercantilización, desfamiliarización y/o descomunitarización; bajo la hipótesis de que este “modelo mixto de bienestar social” esconde detrás de procesos aparentemente administrativos de simples relaciones costo-eficiencia y desprovistos de significación social o política, un enfoque de política social tendiente a la construcción de circuitos duales: Estado-ONG para pobres y mercado para ricos.