El escrito surge a partir de una preocupación compartida en analizar performances festivas desarrolladas en diversos espacios de entretenimiento. A través de nuestros respectivos trabajos de pesquisa observamos cómo ciertos agentes funcionarían gestionando un conjunto de emociones en sus públicos. En el caso de los bailes de cuarteto el “locutor” es quien da inicio a la danza; en los club electrónicos los/las DJ’s con movimientos corporales y la música hacen y (des)hacen la pista; en las fiestas de cumpleaños infantiles las/los “animadores” o “entretenedores”, apelativo que utilizan los niños y niñas para nominarlos, combinan un conjunto de herramientas, en el transcurso de su performance, para “entretener” que incluye: música, baile, disfraces entre otros objetos. Desde una perspectiva etnográfica, describimos diversas técnicas corporales, escénicas y de montaje a las que recurren esos agentes/actores para generar experiencias múltiples, con un fuerte contenido afectivo y sensorial como el éxtasis y frenesí. También analizamos cómo esos agentes, a quienes proponemos llamar “gestores de emociones”, realizan una administración más o menos precisa, repetida y repetible, de tiempos, espacios y estímulos que conducen gradualmente a los participantes -bailarines y cumpleañeros- a involucrarse en una acción colectiva de carácter agitato y con un tempo vivace.