El diseño ha alcanzado en los últimos años mayor relevancia en la escena pública, dada la proliferación de emprendimientos autoproductivos vinculados al desarrollo de esta actividad. La participación de diseñadores -de indumentaria, industriales- en la configuración de prendas/objetos remite a una integración de prácticas creativas y distintivas con impactos sensitivos e identitarios en la vida cotidiana de los sujetos. Esto, dada la intervención de los diseñadores en la configuración de sus piezas, apelando a procesos intuitivos, reflexivos e innovadores -a partir de la utilización de nuevos formatos y materiales no convencionales- que contribuyen a los múltiples modos de apropiación, usos y consumos que realizan los sujetos en su vida diaria. Nuevas modalidades configurativas emergen: el diseño autogestivo, reflexivo, conjugando nuevas experiencias productivas desde la autoría y subjetividad constructiva, orientada a una búsqueda intuitiva y a un despertar de la propia individualidad, contribuyendo a la producción de experiencias subjetivas y estilos de vida distintivos. Este trabajo busca reflexionar sobre estos nuevos modos de expresión y creación plasmados en emprendimientos de diseño autogestionado, a través del análisis de casos que permitan indagar en este tipo de intervenciones, al interior de un contexto de crecimiento de esta práctica cultural en la sociedad contemporánea.