El paso de la nueva conciencia social y política en los años sesenta a la radicalización de los setenta tuvo también expresiones pedagógicas como parte del surgimiento en Latinoamérica de nuevos proyectos de liberación. En este marco, emergieron diversas experiencias inspiradas en propuestas freireanas que, tanto desde el ámbito rural como urbano, se orientaron a la búsqueda del hombre nuevo. Los casos de Fortín Olmos en Santa Fe desde 1966 y de Villa Obrera en Neuquén a partir de 1973 representaron nuevas formas de combinar lo político emancipatorio con prácticas educativas populares. La crisis de acumulación y hegemonía capitalista de 2001; posteriormente, a partir de 2003, re-impulsaron el debate sobre aquellos años por distintas vías, entre ellas, el cine. Aquí tomamos las memorias reconstruidas de aquellas experiencias en los filmes: Regreso a Fortín Olmos (2008) y Uso mis manos, uso mis ideas (2003). Los abordaremos preguntándonos cómo reconstruyen el proceso histórico, reactualizando y disputando sentidos sobre el pasado; al mismo tiempo, plantearnos cómo esas representaciones nos habilitan a interrogar ese pasado en sus sentidos contra hegemónicos. Sostenemos que los educadores populares asumieron un rol activo en la concientización, actuando como agentes de mediación política en los años ’60 y ‘70.