Uno de los aportes destacados del Pensamiento Latinoamericano en Ciencia y Tecnología es la noción “Triángulo de Sábato”. Esta interpretación considera que enfocada como un proceso político consciente, la acción de insertar la ciencia y la tecnología en la trama misma del desarrollo significa saber dónde y cómo innovar; dicho proceso político constituye el resultado de la acción múltiple y coordinada de tres elementos fundamentales: el gobierno, la estructura productiva y la infraestructura científico-tecnológica. De esta manera, se propuso como modelo orientador de las estrategias de desarrollo, un “triángulo de interacciones” entre los tres vértices; estos deben interrelacionarse para generar un flujo de demandas y ofertas que conducirá a la generación y utilización de conocimientos. En Argentina, a partir del proceso de Reforma del Estado implementado desde 1989, comenzó a regir un nuevo esquema de distribución de competencias entre los distintos niveles de gobierno que condujo a que los gobiernos municipales participen en nuevas actividades y se conviertan en un actor clave de la promoción del desarrollo local. Este trabajo se propone realizar una nueva lectura a la noción de Triángulo de Sábato a la luz de los cambios ocurridos a nivel de los gobiernos municipales en Argentina.