Las empleadas domésticas ocupan en nuestro país un rol central en la inserción de la mujer en el mercado de trabajo hace más de un siglo, pero su trabajo está efectivamente regulado legalmente hace solo casi dos años a través de la Ley 26.844. En un ambiente laboral de por sí ambiguo, en donde éste se funde con la intimidad de la dinámica doméstica y familiar; las condiciones confusas de contratación, la precarización y la falta de regulación salarial que caracterizaron al rubro durante años son causa suficiente para poner en el centro del debate al empleo doméstico. A partir de técnicas cualitativas, especialmente relatos de vida y realizando entrevistas en profundidad nos interesa indagar en la subjetividad de las empleadas domésticas acerca la percepción que ellas mismas tienen de su situación laboral, los usos del espacio y relaciones con sus empleadoras. Además, nos interesa conocer el impacto que ha tenido la implementación de la nueva Ley.