La Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay es una zona de fuertes contrastes donde coexisten, en un entorno natural privilegiado, intensas actividades turísticas junto con la desigualdad, la miseria y la exclusión. Miles de niños y niñas se ven obligados a trabajar desde edades tempranas, en actividades que van desde la realización de tareas domésticas en el hogar a la explotación sexual comercial en condiciones de esclavitud. Su ilegalidad y el tabú que constituyen estas actividades que muchas veces ni siquiera son conceptualizadas como trabajo, contribuyen a la dificultad de elaborar un diagnóstico preciso que constituya un insumo para el diseño e implementación de políticas tendientes a su erradicación. Una de las principales aristas que constituyen la especificidad de la explotación infantil en todas sus formas, es su anclaje territorial, por ello nos proponemos pensar la región desde una perspectiva crítica que dé cuenta de la complejidad de las dinámicas transfronterizas y de los procesos de integración a nivel regional. Con esta base, se analizan las distintas modalidades del trabajo infantil y sus peores formas, entre las que se encuentran la explotación sexual comercial y la trata y tráfico de niñas, niños y adolescentes.