En los últimos años se ha producido una controversia acerca de los modos de hacer memoria en relación al pasado reciente y de construir sentidos acerca de los procesos de activación social y política que tuvieron lugar durante los años setenta en Argentina. Las diferentes líneas de interpretación muestran la vigencia de un debate que se actualiza constantemente a la luz de la emergencia de nuevas voces y nuevas miradas que tensionan la práctica y los usos socio-políticos de la memoria. La pregunta por cómo interpretar estos acontecimientos es un dilema sociológico-político que se reconfigura permanentemente. Los conceptos de amor y de violencia son ejemplos de estas reconfiguraciones históricas que emergen en las nuevas interpretaciones sobre el pasado reciente. El presente artículo intenta explorar estas categorías en la producción académica sobre el tema cuyas posiciones varían según posturas teóricas y condiciones de emergencia histórico-sociales, y, particularmente, en la producción estético política realizada por hijos e hijas de militantes, cuya expresión permite construir un régimen afectivo-interpretativo a partir de narrativas y visualidades personales, memorias interrumpidas y miradas singulares sobre la pérdida, basadas en nuevos interrogantes que tensionan las formas establecidas de interpretar el pasado reciente.