Nos interesa reflexionar sobre los procesos de construcción de categorías teóricas como interpretaciones que surgen de las relaciones sociales en las que se originan. Al hablar de cuerpos, de formaciones identitarias, de sexualidad, estamos tratando con categorías políticas construidas en una configuración que articula la materialidad del cuerpo y la ideación en un arco que articula la modernidad eurocéntrica como horizonte universal y su correlato en la definición biomédica de cuerpos e identidades normales/anormales. Esta normatividad, que naturaliza un visión binaria del género y de sus expresiones en los seres humanos es desafiada por cuerpos y vivencias de género que no se definen conforme a los sistemas de clasificación que ofrecen la distinción entre dos clases sexo-genericas excluyentes (varón-mujer) y la heterosexualidad como obligatoria. Proponemos reflexionar sobre lo trans1 como formaciones identitarias disidentes, que rompen con la tipificación moderna. Y en este sentido, comenzar a indagar en las potencialidades de categorías analíticas como “cisgeneridad” en tanto concepto que nos permitiría pensar el carácter estructural de un entramado de relaciones que privilegia a quienes construyen su identidad de género en conformidad con el ordenamiento normativo sexo/género/deseo (las personas cis) en relación con las personas trans, que desordenan y descolocan esa racionalidad.