Aquí analizo las representaciones sobre el cuerpo presentes en la autobiografía de la escritora argentina María Rosa Oliver. Los relatos autobiográficos escritos por mujeres de inicios del siglo XX nos permiten analizar las representaciones sobre distintos aspectos de la sociedad en un momento en el cual las mujeres estaban excluidas de la esfera pública y los discursos institucionales (médico, educativo, etc) re-producían la sinonimia entre lo femenino y lo maternal, naturalizándola a través de la narrativa biologicista. La paradoja es que, a pesar de sus agudas críticas contra las injusticias producidas por el proyecto modernizador, la escritora Oliver -proveniente de élite ilustrada- se representa a sí misma en los mismos términos de la ideología patriarcal contra los cuales emprende incesantes luchas (antifascistas, feministas): es fiel a la ficción del individuo autónomo, burgués –despojado de corporeidad-. Analizo entonces el concepto de (auto) representación femenina, ya que es lo que articula y posibilita la escritura autobiográfica: la (re)presentación de sí misma en el tiempo y en el espacio –aún cuando esa (re)presentación omite las referencias corporales-. Los efectos de esa omisión (propia de la modernidad liberal) también son interrogados aquí: el silencio sobre la sexualidad pero no así sobre la sensualidad.