A lo largo de la última década, el modelo de acumulación presente en la sociedad argentina experimentó una transformación respecto del período de reformas estructurales vigente en el decenio anterior. Entre los rasgos más destacados se encuentran una vuelta hacia el mercado interno y un cambio en el funcionamiento macroeconómico que redundó en el incremento de las tasas de empleo y la mejora de los indicadores sociales, si bien la evidencia disponible sugiere la persistencia de una estructura productiva concentrada y heterogénea. En el contexto del debate político y académico en torno a la incidencia de la desigualdad social en la sociedad argentina durante el período, este trabajo persigue identificar su evolución a partir de indicadores referidos al mercado de trabajo y a la distribución del ingreso en los hogares. A partir de ello, el documento busca vincular algunas características del perfil que asumió el mercado laboral durante estos años con la evolución de los ingresos de los hogares, a fin de dar cuenta de cómo evolucionó la desigualdad económica, reconociendo también la influencia significativa de la intervención estatal en este proceso. Con miras a abordar este análisis se recurre al empleo de fuentes secundarias para caracterizar el período y a la utilización de los microdatos de la Encuesta Permanentes de Hogares del INDEC para un conjunto de años tomados como ventana de observación.