El 30 de Octubre de 2010 se inauguró en la galería “Ignacio Liprandi Arte Contemporáneo” (CABA) la muestra “Ejercicios para Galería” del artista peruano José Carlos Martinat. La muestra consistía en la exposición de “guerreros de una raza vencida”, es decir, de trozos de pared que formaban partes de graffities de la ciudad de Buenos Aires, extraídos mediante un procedimiento químico que permitía “despegarlos” de la pared. Además de unas réplicas a escala en cartón blanco de edificios públicos para “vandalizar” con marcadores y pinturas. Ese mismo día un grupo de grafiteros, movilizados por la ausencia de sus obras en las pareces de la ciudad, irrumpen en la galería, descuelgan sus obras, escrachan el lugar. En este escenario queremos pensar algunas cuestiones en torno a las relaciones entre lo político y la esfera del arte, nos interesan los vaivenes que llevan al tratamiento de la política como autonomización del arte, a la esteticidad de la intervención por un reclamo para salvar lo público encerrado y sus consecuencias tanto sobre los contornos específicos del espacio artístico como sobre la distribución de lo sensible y los procesos de subjetivación puestos en juego. Para ello recurriremos principalmente a los aportes que a la discusión realizaron tanto Walter Benjamin como Jacques Rancière. Nos parece que es una oportunidad particularmente rica para reflexionar estas inquietudes en un tiempo y espacio acotados pero con momentos analíticamente distinguibles que muestran el dinamismo de esa tensión entre lo estético y lo político de un modo inédito.