Las Ciencias Sociales, en general, han delegado a otras disciplinas (o bien aportado en condición subalterna a las mismas), el análisis del fenómeno de la trata de personas con fines de explotación sexual. El objetivo de este trabajo consiste en instalar la centralidad (no excluyente) del pensamiento sociológico para abordar un objeto de estudio de complejidad pluri-causal, de graves consecuencias para la sociedad y la calidad del sistema democrático. Dicho desafío reflexivo se nutre de un corpus de conceptos sociológicos, enlazados con la “cuestión de género” (partiendo de la dominación masculina y la inequidad) y los DD.HH. (entendiendo el delito como crimen de lesa humanidad y a las víctimas no encontradas como desaparecidas). La trata de personas (forma de esclavitud del Siglo XXI) adquiere un espesor político, socio-cultural y económico que coloca a la mujer explotada en condición de mercancía, cosificación funcional al modelo de acumulación económico globalizado. La mayoría de los estudios sobre el tema se han desarrollado desde una mirada normativa o jurídica, aquí me propongo desnaturalizar la trata como emergente del actual orden social. Para ello, he de valerme del concepto de poder (en Michel Foucault) y las implicancias de la cosmología androcéntrica (Pierre Bourdieu) para indagar las relaciones de fuerza y la división sexual del trabajo (tensión re-constitutiva entre los movimientos que debaten la prostitución) El carácter cualitativo de esta aproximación al tema, contempla el análisis teórico de material específico, estudios y presentación del marco legal, entrevista abierta a referente nacional en trata de personas y mi vivencia participativa en la ONG RATT Argentina (Red Alto al Tráfico y la trata)