La familia como ámbito de socialización de las personas despliega en su interior un significativo proceso de transmisión de la identidad junto a una serie de cuidados e intercambios de sentidos relacionados con la procedencia, saberes heredados y la adquisición de un capital simbólico entre distintas generaciones. Estas características de la institución familiar forman parte vital de la construcción del lazo social, garantizando a cada generación el establecimiento de un nexo con su pasado. En relación a los sucesos que tuvieron lugar en el período de creciente conflictividad sociopolítica de la década del 70 en Argentina desde el siguiente trabajo proponemos abordar el quiebre violento que sufriera dicho proceso de transmisión en las familias de aquellas personas comprometidas con la lucha revolucionaria, específicamente nuestro objetivo general es conocer cómo los hijos de desaparecidos, reinterpretan (desde la actualidad) los significados y las características de las formas de militancia de sus padres durante la década del 70, prestando atención en las posibles continuidades y/o rupturas. Como objetivo específico proponemos indagar cuál es la relevancia que adquiere la narrativa de dicha resignificación por parte de los hijos de desaparecidos en la esfera pública en relación a la resignificación del pasado reciente de nuestro país. Partiendo desde un paradigma interpretativo la construcción y análisis de los datos se realizó usando técnicas de investigación social cualitativas desde un diseño flexible e inductivo, aproximándonos así al proceso de construcción de la experiencia social de los sujetos y a sus diversas vinculaciones con sus soportes materiales y/o simbólicos. Para la conformación del corpus discursivo a ser analizado, se utilizaron: entrevistas a hijos de militantes desaparecidos disponibles en el archivo de Memoria Abierta, relatos testimoniales disponibles en el film documental ¿Quién soy yo? y el discurso público de Juan Cabandie durante el acto inaugural del Museo de la Memoria.