La expulsión o deportación fue el castigo privilegiado previo a la prisión moderna, el cual mostraba la ventaja de lograr la exclusión definitiva del individuo desviado sin tener que ocuparse del tratamiento del cuerpo. Esta pena reaparece como una nueva estrategia de control social y de gestión de las poblaciones excedentes mundiales, particularmente la extranjera en los países desarrollados. El modelo francés de expulsión de extranjeros se basa en un dispositivo administrativo que se presenta como un sistema higiénico y ordenado, simbolizado por los centros de retención administrativa. Para el análisis se tomó parte del trabajo etnográfico realizado en Francia durante seis meses en dos centros de retención en las cercanías de Paris así como un conjunto de fuentes secundarias que permiten estudiar las prácticas y políticas que se vienen institucionalizando desde hace algunas décadas en Francia. El presente trabajo forma parte de la tesis de doctorado, defendida en marzo del 2013, titulada: “Retorno Forzado, prácticas y políticas de expulsión en Francia. 2000-2010”.