Imagina dos personas dialogando sobre la historia de este continente ¿desde dónde comenzar?, ahora imagina las mismas personas dialogando sobre la historia de occidente, existe cierto acuerdo sobre su inicio. Imagina tu cuerpo y problematízalo, imagina un cuerpo europeo y problematízalo. ¿Qué consecuencias sobre los cuerpos y “los efectos del pensar” producen comenzar a pensarnos comparativamente, que esconden? Preguntar por el origen ha concluido en guerras, indagar sobre los resultados que el origen ocasiona se esconde frente a nuestros ojos en lo cotidiano, en lo político. ¿Es el mito fundador de nuestra cosmovisión moderna que está encontrándose con sus propios límites? ¿Qué comportamientos ocasionaron las ciudades al pensarse como organizadoras de recursos? Los desenvolvimientos de resistencia del cuerpo, los gustos y los gestos encuentran nuevas ataduras en la normalización de lo disruptivo, en la canalización de la demanda ¿Y más luego qué? Dios sabe en su inexistencia que en algo hay que creer, pues de lo que se trata es de problematizar esos “efectos del pensar”.