Las escuelas de reingreso, han sido creadas a partir del año 2004, en el marco del Programa de Deserción Cero como una política que busca garantizar el carácter obligatorio de la educación media sancionado bajo la ley 898/02. En sus fundamentos, se menciona la importancia de concebir a la escuela como ámbito de contención y formación de jóvenes que tenga en cuenta el grado de vulnerabilidad social a la que están expuestos los estudiantes y sus trayectorias escolares discontinuas. El mandato fundacional de las Escuelas de Reingreso está en sintonía con la idea de inclusión educativa. En este trabajo, nos serviremos de algunas políticas vigentes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de la definición formulada por la UNESCO (2005; 2009), para indagar similitudes y diferencias con los discursos docentes. Retomando la emergencia de una profesionalidad docente ampliada (Hoyle, 1980; Meo, Dabenigno y Ryan, 2012), se argumentará que los docentes de esta escuela de reingreso piensan en la inclusión educativa como objetivo central de su trabajo, y le atribuyen a ella elementos que escapan de lo propiamente educativo, así como algunos lo vinculan con la inclusión social. Los docentes asumen la importancia de reconocer a los alumnos como sujetos de derechos que han sido vulnerados y entienden que su trabajo debe ir acompañado de cambios en el resto de las instituciones para que la inclusión sea real. Se introduce primero la descripción de una escuela ubicada al sur de la Ciudad de Buenos Aires, donde se llevó a cabo el trabajo de campo en el 2011 y 2012; para luego profundizar en las concepciones de inclusión educativa y analizar las entrevistas realizadas a los docentes; dando cuenta una nueva manera de pensar la relación pedagógica educador-educando, diferente a aquella tradicional sobre la que se crea la escuela media.