La crisis desatada en el año 2001 significo un punto de inflexión sobre la lógica macroeconómica donde se asentaba el desarrollo de la Argentina. La construcción de un proyecto asentado sobre valores como la eficacia, competitividad, valoración de lo privado y el desdén a lo público-estatal terminaron generando una sociedad con un alto nivel de concentración en la economía, un profundo proceso de desindustrialización y una marcada fractura social. A partir de la salida de la convertibilidad a través de la devaluación, se han manifestado algunos resultados macroeconómicos asociados a la recuperación productiva, el crecimiento económico, el logro del superávit comercial y fiscal, y un mayor proceso de redistribución del ingreso, sin embargo aún existen muchos interrogantes respecto a la viabilidad y certezas de las políticas públicas iniciadas. El siguiente trabajo pretende incursionar en torno al debate respecto cuestiones vinculadas al rol del estado, el crecimiento económico y el desarrollo con inclusión social; a partir de ahí plantear si se está asistiendo a un cambio en la matriz de desarrollo y como las políticas públicas contribuyen a la consolidación de ese modelo.